La música ayuda al desarrollo motor de los niños, mejora la coordinación, el equilibrio y la reacción ante los estímulos que llegan del exterior.
Los juguetes educativos musicales suponen un ejercicio constante de psicomotricidad, ya que el niño debe mover brazos, manos y dedos para crear sonidos, mejorando además su coordinación óculo-manual y su expresión corporal.