Sin que el Cocodrilo pierda el equilibrio, los niños deben realizar movimientos precisos y delicados, deben pensar en la mejor ubicación de cada una de las piezas para que el cocodrilo mecedor permanezca recto. Este juego de habilidad y pensamiento enseña a los niños el vínculo de causa y efecto.
¡Contribuye a desarrollar destrezas y la paciencia en los niños hasta que las piezas caen y todos comparten buenos momentos de risa!
Cantidad de Piezas: 52